En base al esquema de trabajo de las Reflexologías Podal y Palmar, Robert Sant John experimentó un nuevo método o tratamiento con su propia hija, una niña con Síndrome de Down. Tratando la zona refleja de columna vertebral en manos, pies e incluso cabeza, con unas muy suaves y agradables manipulaciones logró los primeros efectos positivos sobre su tan especial primera paciente. Bautizó su descubrimiento como 'Terapia Prenatal'.
Robert Sant John supo vislumbrar cómo el desarrollo de la Conciencia, de una proto-Conciencia viene dado desde el momento mismo de la gestación en cada ser humano. Los avances con su hija fueron tan sobresalientes que incluso la joven acabó cursando, integrada, estudios de Magisterio.
Los cambios que se producen en el paciente son de carácter, actitud, percepción y maduración. Es la propia energía del paciente la que se expande y actúa, provocando los cambios. Por todo ello fue denominada más tarde "Técnica Metamórfica"; ideal para personas Síndrome de Down, pero también apto y útil para quien no lo padece, para personas hiperactivas, con problemas caracteriológicos, inadaptación, trastornos del desarrollo cognitivo, dificultades de comunicación... Un colectivo especialmente receptivo a este tratamiento son las mujeres embarazadas.
Las trasformaciones internas son siempre en tono positivo, pues al igual que en tratamientos como el Reiki, no cabe lugar a una respuesta negativa a corto o medio plazo.
Robert Sant John pasó los últimos años de su vida impartiendo conferencias en las que siempre acentuó la importancia de las dos posiciones emocionales ante la vida:
- La eferente: "abierta y hacia delante", con las miras puestas al mundo exterior.
- La aferente: es decir, una "actitud hacia atrás", o "cerrada" en la que el ser vive encerrado hacia sí mismo.
Ambas posturas son buenas en sí mismas, y sólo hay que modificarlas en el caso de no estar equilibradas. El trabajo de la Técnica Metamórfica se enfoca a conseguir tal balance.
Robert Sant John pasó gran parte de su vida formando a terapéutas en esta Técnica, y aplicándola él mismo a sus pacientes. Murió a los 85 años de edad, en 1997, llegando a su senectud en plenas facultades mentales.
Aplicación de la técnica: Durante 65 minutos, tratando el dorso interno de los pies (desde el pulgar al talón), una parte de las manos (desde el pulgar a muñecas) y cabeza (desde la coronilla a la nuca), mediante un suave masaje.
Frecuencia: Como norma general se suele recomendar una sesión semanal en adultos, que puede después espaciarse más según la evolución. En niños, al ser más receptivos a los cambios internos que se reportan, sí es posible una mayor frecuencia. Aunque siempre es el paciente quien tiene la última palabra en cuanto a la asiduidad.
El terapéuta aplica la técnica pero no impone, no interfiere en el espacio, es un catalizador; solamente actúa durante cada sesión la 'fuerza vital' del paciente. Existe una visión holística del Ser, por lo que no se establece un objetivo concreto en cada sesión.
En el caso de realizar el tratamiento a niños se han demostrado excelentes resultados cuando los padres son también tratados con esta técnica; también cuando es practicada en familia, de unos miembros a otros (su aprendizaje no requiere demasiados conocimientos previos sobre reflexología o masaje).
Robert Sant John supo vislumbrar cómo el desarrollo de la Conciencia, de una proto-Conciencia viene dado desde el momento mismo de la gestación en cada ser humano. Los avances con su hija fueron tan sobresalientes que incluso la joven acabó cursando, integrada, estudios de Magisterio.
Los cambios que se producen en el paciente son de carácter, actitud, percepción y maduración. Es la propia energía del paciente la que se expande y actúa, provocando los cambios. Por todo ello fue denominada más tarde "Técnica Metamórfica"; ideal para personas Síndrome de Down, pero también apto y útil para quien no lo padece, para personas hiperactivas, con problemas caracteriológicos, inadaptación, trastornos del desarrollo cognitivo, dificultades de comunicación... Un colectivo especialmente receptivo a este tratamiento son las mujeres embarazadas.
Las trasformaciones internas son siempre en tono positivo, pues al igual que en tratamientos como el Reiki, no cabe lugar a una respuesta negativa a corto o medio plazo.
Robert Sant John pasó los últimos años de su vida impartiendo conferencias en las que siempre acentuó la importancia de las dos posiciones emocionales ante la vida:
- La eferente: "abierta y hacia delante", con las miras puestas al mundo exterior.
- La aferente: es decir, una "actitud hacia atrás", o "cerrada" en la que el ser vive encerrado hacia sí mismo.
Ambas posturas son buenas en sí mismas, y sólo hay que modificarlas en el caso de no estar equilibradas. El trabajo de la Técnica Metamórfica se enfoca a conseguir tal balance.
Robert Sant John pasó gran parte de su vida formando a terapéutas en esta Técnica, y aplicándola él mismo a sus pacientes. Murió a los 85 años de edad, en 1997, llegando a su senectud en plenas facultades mentales.
Aplicación de la técnica: Durante 65 minutos, tratando el dorso interno de los pies (desde el pulgar al talón), una parte de las manos (desde el pulgar a muñecas) y cabeza (desde la coronilla a la nuca), mediante un suave masaje.
Frecuencia: Como norma general se suele recomendar una sesión semanal en adultos, que puede después espaciarse más según la evolución. En niños, al ser más receptivos a los cambios internos que se reportan, sí es posible una mayor frecuencia. Aunque siempre es el paciente quien tiene la última palabra en cuanto a la asiduidad.
El terapéuta aplica la técnica pero no impone, no interfiere en el espacio, es un catalizador; solamente actúa durante cada sesión la 'fuerza vital' del paciente. Existe una visión holística del Ser, por lo que no se establece un objetivo concreto en cada sesión.
En el caso de realizar el tratamiento a niños se han demostrado excelentes resultados cuando los padres son también tratados con esta técnica; también cuando es practicada en familia, de unos miembros a otros (su aprendizaje no requiere demasiados conocimientos previos sobre reflexología o masaje).
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